Los trabajos de Luz Arcas con La Pharmaco se alejan de los lugares comunes de la danza contemporánea, de sus protocolos y convenciones. Utiliza la palabra "baile", frente a "danza", para referirse a su forma de estar en escena. Se inspira en el folclore y en el imaginario colectivo, para conectarse con fuerzas instintivas, primarias.
Bailar, perder la identidad, disolverse en el movimiento: en el trance , la rabia, la herida, en la fiesta de la memoria. Esa es la base de esta coreógrafa que nos transporta a paisajes llenos de una vitalidad compleja y contradictoria, donde el cuerpo se resignifica entre lo arcaico y lo experimental.
